Reseña de Al final del túnel (2016): la película que no te dejará dormir


Al final del túnel (2016) película argentina de suspenso


Si te gustan los thrillers llenos de tensión, giros inesperados y personajes intrigantes, Al final del túnel (2016) es una película que no puedes dejar pasar. Dirigida por Rodrigo Grande y protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Clara Lago y Pablo Echarri, esta producción argentina combina suspenso, drama y acción de una manera magistral.

¿De qué trata Al final del túnel?

La historia sigue a Joaquín (Leonardo Sbaraglia), un hombre en silla de ruedas que vive solo en su casa, un lugar antiguo pero funcional. Su rutina cambia drásticamente cuando alquila una habitación a una misteriosa bailarina llamada Berta (Clara Lago) y a su pequeña hija. Todo parece ir bien hasta que Joaquín comienza a escuchar ruidos extraños a través de las paredes y descubre que un grupo de delincuentes, liderados por el peligroso Galereto (Pablo Echarri), está excavando un túnel debajo de su casa para robar un banco cercano.

A partir de ahí, la película se convierte en un juego del gato y el ratón donde Joaquín, a pesar de su aparente vulnerabilidad, intentará frustrar el plan de los criminales mientras lidia con sus propios demonios internos.

Lo mejor de Al final del túnel

1. Un guion sólido y atrapante

La historia está perfectamente construida, manteniendo la tensión en todo momento. Los giros narrativos están bien logrados y sorprenden al espectador sin sentirse forzados.

2. Leonardo Sbaraglia en su mejor versión

El protagonista brilla con una interpretación conmovedora y poderosa. Su personaje, marcado por el dolor y la soledad, demuestra que la inteligencia y la determinación pueden ser más fuertes que cualquier discapacidad.

3. Un villano a la altura

Pablo Echarri logra encarnar a un antagonista frío, calculador y amenazante, lo que aumenta la sensación de peligro constante.

4. Tensión y suspenso bien manejados

Desde el primer minuto, la película construye una atmósfera inquietante que te mantiene al borde del asiento. La cinematografía y la banda sonora refuerzan la sensación de encierro y desesperación.

¿Vale la pena verla?

Definitivamente sí. Al final del túnel es una joya del cine argentino que demuestra que se pueden hacer thrillers de alto nivel fuera de Hollywood. Con una trama intrigante, grandes actuaciones y un final impactante, es una película que vale cada minuto.

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